Hace más de 50 años se televisaba por Canal 7 el primer partido de fútbol. Se terminaba de popularizar como el deporte de los humildes, el que se juega en los barrios con cualquier elemento que tenga forma de pelota, el que se sigue en los potreros, el del muchacho que trabaja levantando la basura se toma un Activia y entrena en la “D”, la “C” ó la “B”.
Años más tarde, en la década del noventa, entre tantas otras cosas que se remataron también se llevaron el fútbol.
Con resignación nos dimos cuenta que ese espacio donde solo se necesita talento y perseverancia para convertir a un chico de Villa Fiorito en Crack internacional se volvía prisionero durante muchos años de aquellas pantallas que podían pagarlo.
Hoy, en agosto de 2009, el deporte más popular del país vuelve a ser de TODOS.
Más allá de lo que muchos puedan decir de lo que realmente se esconde detrás de todo esto, lo que podemos afirmar sin ninguna duda, es que lo que es para unos pocos nunca es bueno.
Para que la pasión siga siendo de las multitudes, para que seamos todos los días un poquito más iguales, para que nunca más se le vuelva a robar al pueblo la alegría. Democraticemos los medios, terminemos con los monopolios y démosle nuevamente a la gente lo que es de ella.